martes, 22 de noviembre de 2016

Un problema de comunicación.

Cada vez es más difícil encontrarse con personas que sepan lo importante que es escuchar, en todos los ámbitos y sentidos. Lo más frecuente es lanzar rápidamente una respuesta a la persona que nos habla. Si profundizamos un poco en el proceso de comunicación, y más concretamente en la comunicación afectiva, nos encontramos con que, en muchas ocasiones, cuando alguien nos habla, no necesita una respuesta, sino una escucha activa y comprensiva. Otras veces, lo que necesita la persona que habla es que se le entienda lo que quiere explicar o expresar. Incluso muchas veces, se trata de una necesidad de manifestar una emoción o contar una expeirancia sin más.

Con esta frase, a la que podemos dar varias aplicaciones, hemos trabajado también en clase la importancia de escuchar todo el mensaje sin decir rápidamente lo primero que se nos pase por la cabeza (pensar lo que se dice y no necesariamente decir, en todo memento, lo que se piensa). Nos está sirviendo muchísimo para hacernos ver en qué momento estamos lanzando respuestas que muy a menudo no son preguntadas y que dificultan mucho el proceso de comunicación oral.

Foto: Enrique Montaño Cambil

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